martes, 28 de julio de 2009
lunes, 27 de julio de 2009
SER SINCEROS CON NOSOTROS MISMOS
Más bien estamos aquí para convertirnos en la mejor versión posible de NOSOTROS MISMOS.
Si tomamos conciencia de que estamos influenciados por eso de "Pienso, luego existo", famosa frase de Descartes... tal vez comencemos a poder pensar que es una alusión impulsiva y que en realidad existimos y luego pensamos, que sería algo bastante más reflexivo.
Si se trata de brindarnos nuestra mejor versión, comencemos por no dejar que el alma se nos vaya, y entornemos lo más que podamos las ventanas del impulso.
La elección que debemos hacer es si deseamos o no movernos en la dirección de ser la persona que deseo ser. Y luego ver como mantenernos en el camino.
En gran medida, se trata de ver, de verse, de ver más allá de lo que se muestra y de ver en profundidad. De ver lo que otros no ven, de crear imagenes nuevas.
Es habitual dudar de nosotros mismos y eso nos confunde. Nos afecta en la toma de decisiones.
En otras palabras, mientras estamos en el camino de Ser en el mundo, progresamos aunque no sintamos el movimiento.
El cultivo que hacemos de nuestra conciencia es un continuo. Mientras somos constantes con él, tenemos nuestras oportunidades de aprender, de elegir y de crecer.
Si nos mantenemos realmente comprometidos con el camino de amarnos para poder encontrar las mejores posibilidades de construir, tenemos el éxito asegurado. Sin duda alguna.
Es el desasosiego, el cansancio, los desgastes, el stress, lo que nos hace pensar /creer que nunca vamos a llegar a donde deseamos hacerlo. Y de ese modo, perdemos el valor que tenemos. Nos devaluamos.
Sentir que ya has llegado o que nunca llegarás te empuja fuera de una línea, fuera de la esperanza y la perseverancia. Fuera de la actitud en la conducta.
Quedas fuera de la tolerancia al error, porque antepones el pensamiento al existir. No se trata de divorciar una cosa de la otra, sino de ser inteligentes para poder seguir revisando nuestras creecias.
El mundo y el Universo, no es el mismo con o sin cada uno de nosotros, aunque seamos un puntito cósmico. Somos también un conjunto energético que se está desplanzando en el espacio. Existimos.
Hay suficientes oportunidades para los desafíos, las gratificaciones, los descubrimientos, la decepciones, y las iluminaciones. Tenemos posibilidades de tener despertares. No se trata "del despertar", porque no se reduce a uno solo, sino que hay muchos y diferentes, para cada uno a lo largo de la historia.
No tenemos "vacaciones" del universo. Ni siquiera existe un tiempo. Existe la energía, y eso es lo que somos. Por lo tanto, ya que existimos y somos dúctiles, gocemos del poder de transformación que tenemos, eligiendo a conciencia, quien deseo ser en el mundo, en el cosmos. Buscando la virtud de la existencia y no su vicio.
cgrinfeld@yahoo.com.ar
www.cynthiagrinfeld.com.ar
viernes, 24 de julio de 2009
Qué es el Coaching?
Acompañamiento en procesos de cambio
A veces ocurre que se siente la necesidad de hacer cambios. Cambios en la forma de ver el mundo, en el estilo de vida, en las creencias tanto como en los valores. Simplemente, hay un deseo nuevo. Una suerte de despertar.
Quien estoy siendo, desea ser de otra manera. Crecer, ir más allá de las posibilidades que se conocieron hasta ahora. Expandir la conciencia y trascender.
Para poder concretar cambios, es necesario revisar las ideas y los modelos mentales que ya no encajan, sintiendo que ya no son los apropiados. La ayuda es nutritiva y viene bien, para ver mejor. Los sentidos son estimulados para afinar la percepción.
Entonces, surgen preguntas.
¿Cómo transformar mis anhelos en mundos posibles? ¿cómo crear nuevas oportunidades?¿Cómo ser mi mejor versión para mí mismo y para quienes me rodean?
Las conversaciones de coaching sirven para tomar conciencia del aquí y ahora, hacerse cargo de las elecciones con una responsabilidad serena, y comenzar a vivir mejor desde nuevas acciones.
Ser quien deseo ser, es un arte vivo, que ofrece la oportunidad de ser feliz autorealizándose.
Cynthia Grinfeld
cgrinfeld@yahoo.com.ar
http://cynthiagrinfeld-coaching.blogspot.com
http://grantallercynthiagrinfeld.blogspot.com
tel:4521-2373 cel:155 119 3110
Consultas Individuales - Talleres
miércoles, 15 de julio de 2009
Motivación y Compromiso
EDGAR MORIN, el pensador planetario de las luciérnagas más luminosas
Profesor Edgar Morin. Bahía Kino, Sonora, otoño 2004
domingo, 12 de julio de 2009
Conciencia de Merecimiento
Lo que existe a nuestro alrededor fue creado por nosotros, consciente o
inconscientemente. Somos seres dotados de voluntad y conciencia, y tenemos el
poder de crear de manera diversa. Esto nos hace diferentes del resto de los
seres en la naturaleza. Idealmente ejercitaríamos
nuestra voluntad de manera consciente para emplear nuestra capacidad creativa,
y construir el mundo que deseamos y merecemos. Y allí se encuentra el detalle
que hace la diferencia en nuestras vidas, en este caso es la conciencia que
tenemos de lo que merecemos recibir mientras completamos nuestro peregrinaje en
este planeta. Esto es algo arraigado dentro de nosotros, y está estrechamente
ligado a nuestra estima. La vida es nuestro espejo, y no nos otorga a
cambio más que aquello que nosotros podemos ver en nosotros mismos. Nuestra conciencia de merecimiento tiene que ver con nuestras creencias
fundamentales, y tiene su raíz en lo que creemos que somos, y no en lo que
realmente somos. Tal vez se pregunte ¿Cómo
puede una creencia ser más importante en nuestras vidas que la realidad? Como
lo dijo Descartes una vez: "Pienso luego existo". Esa sencilla frase nos provoca, ya que expone el concepto de nuestra
capacidad de construir nuestra realidad por medio de nuestros pensamientos. Por
esta razón, para cada individuo, los pensamientos que albergue su mente son más
importantes que la realidad; pues la preceden. Acaso, si pensáramos al revés… “existo luego pienso”, podríamos abrirnos
puertas a cuestionamientos más misericordiosos con nosotros mismos, dejando
lugar a elecciones conscientes, de qué deseo para mí. ¿Qué me merezco? ¿Qué
quiero encontrar? En lugar de ¿qué busco? Son dos preguntas diferentes,
que nos conducen por andariveles distintos. La diferencia radica en la manera
en que me apropio de mi situación y en el poder que tengo para actuar sobre
ella. Para esto, es condición necesaria saber qué quiero. Tomar conciencia
de mi existencia y ver qué forma y dimensión quiero otorgarle. Es decir, los pensamientos construyen realidades y así como pensamos, somos. De lo anterior podemos comprender el por qué de donde nos encontramos en la
vida en la actualidad, y la manera como nos desenvolvemos en ella; resulta de
las creencias que una vez elegimos albergar, principalmente sobre lo que
merecemos obtener a cambio de la vida. Si incluimos el para qué, estaremos
en poder de una brújula que ayude a orientar nuestras acciones de ahora en
adelante. Desde aquí hacia otro estado, momento, condición, forma. Se trata de embarcarse en un proceso reflexivo, de autoconocimiento para
entender y conocer nuestros modelos mentales, nuestras creencias y los valores
que les adjudicamos. ¿Quién deseo ser? Podemos
cambiar si es nuestro deseo. No se trata del todo o nada. Se trata de
elegir, qué, cuándo, cómo, quién, dónde, por qué y para qué? Todas preguntas que favorecen e invitan a
que dejemos de lado cosas que ya no nos sirven, que no se adecuan a quienes
estamos siendo, ni a lo que sentimos. Salir de la caja y dejar de lado o
eliminar patrones que nos limitan en nuestro crecimiento, en nuestras ganas de
conocer para crear mundos nuevos. Entonces…, nos volvemos creativos. En la actualidad es cada vez más necesario, tomar conciencia de nuestras
emociones. Nuestros sentimientos. Integrar las inteligencias en un todo que nos
ayude a concebir holísticamente al planeta. Si pensamos a la vida como nuestro espejo y nos enfocamos solamente en
nuestra imagen, lo que nos devuelve es una parcialidad, un fragmento, y si no
vemos al todo, es decir al resto de los planos, estaremos dando menos de lo que
somos capaces de dar. Nadie puede dar lo que no cree que tiene. ¿Está
usted a gusto con lo que recibe a cambio de la vida?, en caso de no estarlo
pregúntese entonces ¿Qué le está dando a la vida?, y principalmente ¿Cómo lo
está haciendo? ¿Está viendo la totalidad de lo que se ofrece, o ha elegido
seguir subsumido por sus percepciones? Vemos la realidad entre paréntesis,
condicionados por nuestros sentidos. ¿Hace usted algo por
bucear, indagar y llegar más profundo? Ir más allá de lo que se ve? La actitud que asumimos ante la vida es tan importante como lo que hacemos
en ella. Se trata de calidad en vez de cantidad, y nuestra actitud y
calidad de acciones, están directamente relacionadas con la autoestima. La
conciencia de merecimiento y la autoestima están estrechamente ligadas. Cuando una persona tiene su autoestima en alto siente que se merece lo
mejor que la vida tiene para ofrecer, y el sentir de ese modo y poder
disfrutarlo, nutre su autoestima. Desde el Amor que nos
tenemos establecemos cuanto valemos, y lo que creemos que valemos nos hace
sentir, a cuanto tenemos derecho en la vida, o lo que es lo mismo, lo que
merecemos. Tenemos a nuestra
disposición Paz, Amor, Bienestar, Salud y Prosperidad. Pero ¿Cómo conectarnos
con lo que nos ofrece la vida? ¿Cómo nos podemos ayudar a comprender cómo nos
relacionamos con la percepción de la realidad de la vida?, ¿Cómo percibimos la
Verdad, el Amor y la Energía que hay en ella? Es importante estar ubicados en tiempo y espacio. Vincularnos con nuestro
presente en el aquí y ahora. Para comenzar la más pequeña travesía, es
necesario tener un punto de partida y así, poder trazar un boceto del curso a
seguir. En este caso se trata de
establecer quién somos en realidad. ¿Somos quien creemos que somos, o somos lo
que realmente somos? Para descifrar esto podemos ayudarnos buscando
limitaciones a nuestras definiciones. ¿Cuáles y dónde están los límites
del Ser? ¿Existen esos límites? Una vez que conocemos quien estamos siendo, la
verdad en sí misma pasa a formar parte de nuestras vidas. Y a partir de allí
hablamos desde esa honestidad, que nos invita a ser humildes. Se trata de comprender que esa verdad puede ser no compartida por otros, o
diferente a la de quienes se dirigen a nosotros, que a su vez tienen la suya.
Se trata entonces de ser ético y legitimizar al prójimo, como pretendo que lo
haga conmigo. Puedo no entender o no compartir sus verdades, pero no puedo
dudar de que lo que siente y piensa, es inherente a su propia humanidad. Es eso
justamente, lo que nos iguala. Si aprendemos a amarnos
por lo que realmente somos-siendo, cualquier cosa se convierte en una
posibilidad en la que podemos emplear nuestra energía para crear. Esto nos despierta a un nuevo nivel de percepción, en el cual nos volvemos
conscientes de que por medio de nuestras ideas hemos estado dirigiendo esa
energía a crear lo que es nuestra vida. Nos vamos conectando emocionalmente con
lo que consideramos cierto y nos manifestamos en consecuencia. Esta energía vital y creativa permite la integración de posibilidades con
nosotros mismos, los demás, la naturaleza y el cosmos. Una forma más de tomar
contacto directo con el fluir de la vida, de los cambios, pudiendo
ser-en-el-mundo merecedores de todo lo mejor. Si estamos conscientes del sistema de pedidos y ofertas que se mueven en el
universo, podemos ser partícipes del proceso. Estos procesos existen para
establecer equilibrio; comprenderlos nos ayuda a facilitar la prosperidad en
nuestras vidas. Si logramos centrarnos,
estaremos viviendo en armonía. En paz. Desarrollando nuestra intuición, podemos
ampliar nuestra capacidad sensorial que no es otra cosa que una capacidad de
ver de manera muy precisa, nítida y asertiva con conciencia plena. Se trata de actuar coherentemente, sincronizando nuestros pensamientos,
palabras, emociones y acciones. Pensar, sentir, y actuar
congruentemente. Esto se logra fácilmente
cuando al percibir la inspiración que brinda nuestra intuición (fruto de
nuestro recién adquirido más elevado nivel de conciencia), procedemos a
asimilarla tan pronto como podemos, para expresarla de la manera más fiel
posible, mediante acciones que beneficien a todos. A partir de ese momento, desde la conciencia de merecer lo sano y vital,
podemos elegir qué deseamos manifestar en la vida. Nos volvemos responsables. En adelante, al hacer lo
que decida hacer, hágalo de corazón y con convicción en sus nuevas creencias.
Tome riesgos, juegue y acepte sus errores. Los resultados tal vez lo sorprendan. Son parte del camino al descubrimiento.
Nse.Cynthia Grinfeld -- Life Coach cyngrin@yahoo.com.ar
viernes, 10 de julio de 2009
Esculpiendo la realidad
Ante realidades que son difíciles, salen palabras que tiñen a las dificultades de un sórdido color negro.
No dejo de sorprenderme cuando se adelanta un diagnóstico o pronóstico tremendista y negativo viendo, como se va proyectando lo peor.Veo y siento la ausencia de conversaciones entre las personas, el deterioro de las relaciones y el debilitamiento de los vínculos por falta de comunicación entre la gente.
Las palabras y los pensamientos tienen poder. Recuerdo algo aprendido, "nunca dejes a las cosas negativas entrar en tu mente o salir de tu boca".No se trata de ignorar ni los problemas ni las dificultades . Hay situaciones que provocan dolor, negarlo sería una necedad .
Cómo hacer para expandir nuestro estado de conciencia? no darnos por vencidos, retener las esperanzas e invocarnos a nosotros mismos, en nuestro poder para sobreponernos a las adversidades.
Si queremos, podemos elegir hacer nuestro mejor esfuerzo, para inyectar pensamientos y palabras positivas en el ideograma que nos dibujamos en nuestra cabeza, sobre las diversas situaciones que nos tocan - vivir. La manera en que pensamos acerca de las cosas, y la manera en que hablamos de ellas, les permite manifestarse.En el nivel espiritual, la energía viene a este mundo sin forma.Pensemos en ella como el barro crudo antes de que el escultor le haya puesto las manos encima. Nuestras palabras y pensamientos son las manos del escultor, dando aspecto, forma y dimensión a nuestra realidad. Nosotros completamos la manifestación.Yo escucho a la gente hablar todo el tiempo de sus dificultades, de lo mal que están o van a estar las cosas. Espiritualmente, esto es un problema porque nuestras bocas forman la energía, de una u otra manera. Cuando somos reflexivamente pesimistas, corremos el riesgo de crear manifestaciones mucho más difíciles de lo necesario. Nos generamos angustia, desesperanza, desesperación, y el atropello a nuestra conciencia puede llevarnos a cometer actos que más tarde, nos lleven al arrepentimiento. Son los impulsos los que atentan contra nuestro bienestar, esa velocidad que se convierte en inmediato, en lugar de permanecer atentos, para poder pensar.
No se trata de otra cosa que de reflexionar acerca de nuestras propias posibilidades de ayudarnos a nosotros mismos, a conquistar un lugar de centramiento que nos brinde paz interior.
Nuestros sueños y fantasías están tratando de darnos un mensaje que si podemos descifrar, nos ponen en contacto con nosotros mismos, clarificando deseos, ideas, cuestiones que vistas a la luz, nos permiten elegir responsablemente, como seguir nuestro camino.
Pienso que compartir un sueño, es factible cuando se sabe que el otro nos ama de verdad.
Como la energía, un sueño es Luz no manifestada. Aún si se supone que debe ser una bendición, puede ser deformado por nuestros pensamientos y palabras, o por todo aquello que nos rodea. Por lo tanto, es muy importante mantener nuestras palabras y pensamientos tan positivos como podamos en cualquier situación.
Se trata de ser amables y compasivos. Pues, la amabilidad es el lubricante de nuestras relaciones. Somos personas que nos relacionamos con personas. Cada uno con sus complejidades. Es la amabilidad, lo amoroso, lo que permite que nos relacionemos sin generar fricciones.
No se trata de coincidir o pensar/sentir de la misma manera. Se trata de tener capacidad humana, de legitimizar al prójimo, que siendo diferente a mí, es igual a mí.
Las situaciones se componen como en la música, por nuestra forma de entender, interpretar, y concebir la misma idea. Cuando entendemos que así como la energía desciende, alguna positiva y otra con desafíos en ella, así también la forma en que nosotros y los que nos rodean verbalizamos y pensamos la situación, es a la forma que dicha realidad va tomando.Por lo tanto, debemos ser conscientes del habla y de los pensamientos positivos y negativos, ya que se relacionan con nosotros y con las personas que dejamos entrar en nuestras vidas.
Te invito a entender el poder que tus palabras y pensamientos juegan en manifestar tu realidad. Entre más consciente estás, mejor es tu resultado para vos mismo y para quienes amás.
Si estás en verdad luchando con esto –como todos lo estamos– entonces acercate a alguien que comparte el optimismo y te ayuda a fortalecer tu visión. Este intercambio puede ser crucial al influir positivamente en tus días.
Cynthia Grinfeld