lunes, 27 de julio de 2009

SER SINCEROS CON NOSOTROS MISMOS

Si somos sinceros con nosotros mismos, admitiremos que no estamos cerca de ser perfectos. Pero eso está bien. Ser perfecto no es la razón por la que estamos aquí.

Más bien estamos aquí para convertirnos en la mejor versión posible de NOSOTROS MISMOS.

Si tomamos conciencia de que estamos influenciados por eso de "Pienso, luego existo", famosa frase de Descartes... tal vez comencemos a poder pensar que es una alusión impulsiva y que en realidad existimos y luego pensamos, que sería algo bastante más reflexivo.

Si se trata de brindarnos nuestra mejor versión, comencemos por no dejar que el alma se nos vaya, y entornemos lo más que podamos las ventanas del impulso.
La elección que debemos hacer es si deseamos o no movernos en la dirección de ser la persona que deseo ser. Y luego ver como mantenernos en el camino.

En gran medida, se trata de ver, de verse, de ver más allá de lo que se muestra y de ver en profundidad. De ver lo que otros no ven, de crear imagenes nuevas.

Es habitual dudar de nosotros mismos y eso nos confunde. Nos afecta en la toma de decisiones.

En otras palabras, mientras estamos en el camino de Ser en el mundo, progresamos aunque no sintamos el movimiento.
El cultivo que hacemos de nuestra conciencia es un continuo. Mientras somos constantes con él, tenemos nuestras oportunidades de aprender, de elegir y de crecer.

Si nos mantenemos realmente comprometidos con el camino de amarnos para poder encontrar las mejores posibilidades de construir, tenemos el éxito asegurado. Sin duda alguna.
Es el desasosiego, el cansancio, los desgastes, el stress, lo que nos hace pensar /creer que nunca vamos a llegar a donde deseamos hacerlo. Y de ese modo, perdemos el valor que tenemos. Nos devaluamos.


Sentir que ya has llegado o que nunca llegarás te empuja fuera de una línea, fuera de la esperanza y la perseverancia. Fuera de la actitud en la conducta.

Quedas fuera de la tolerancia al error, porque antepones el pensamiento al existir. No se trata de divorciar una cosa de la otra, sino de ser inteligentes para poder seguir revisando nuestras creecias.

El mundo y el Universo, no es el mismo con o sin cada uno de nosotros, aunque seamos un puntito cósmico. Somos también un conjunto energético que se está desplanzando en el espacio. Existimos.

Hay suficientes oportunidades para los desafíos, las gratificaciones, los descubrimientos, la decepciones, y las iluminaciones. Tenemos posibilidades de tener despertares. No se trata "del despertar", porque no se reduce a uno solo, sino que hay muchos y diferentes, para cada uno a lo largo de la historia.

No tenemos "vacaciones" del universo. Ni siquiera existe un tiempo. Existe la energía, y eso es lo que somos. Por lo tanto, ya que existimos y somos dúctiles, gocemos del poder de transformación que tenemos, eligiendo a conciencia, quien deseo ser en el mundo, en el cosmos. Buscando la virtud de la existencia y no su vicio.

cgrinfeld@yahoo.com.ar
www.cynthiagrinfeld.com.ar

viernes, 24 de julio de 2009

Qué es el Coaching?

CONVERSACIONES DE COACHING
Acompañamiento en procesos de cambio

A veces ocurre que se siente la necesidad de hacer cambios. Cambios en la forma de ver el mundo, en el estilo de vida, en las creencias tanto como en los valores. Simplemente, hay un deseo nuevo. Una suerte de despertar.

Quien estoy siendo, desea ser de otra manera. Crecer, ir más allá de las posibilidades que se conocieron hasta ahora. Expandir la conciencia y trascender.

Para poder concretar cambios, es necesario revisar las ideas y los modelos mentales que ya no encajan, sintiendo que ya no son los apropiados. La ayuda es nutritiva y viene bien, para ver mejor. Los sentidos son estimulados para afinar la percepción.

Entonces, surgen preguntas.

¿Cómo transformar mis anhelos en mundos posibles? ¿cómo crear nuevas oportunidades?¿Cómo ser mi mejor versión para mí mismo y para quienes me rodean?

Las conversaciones de coaching sirven para tomar conciencia del aquí y ahora, hacerse cargo de las elecciones con una responsabilidad serena, y comenzar a vivir mejor desde nuevas acciones.

Ser quien deseo ser, es un arte vivo, que ofrece la oportunidad de ser feliz autorealizándose.

Cynthia Grinfeld
cgrinfeld@yahoo.com.ar
http://cynthiagrinfeld-coaching.blogspot.com
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Consultas Individuales - Talleres

miércoles, 15 de julio de 2009

Motivación y Compromiso


En primer lugar observemos alguna definición de la motivación: la denominación proviene de los términos latinos motus (movido) y motio (movimiento), es decir son todas aquellas cosas que impulsan a la persona a realizar determinadas acciones, el compromiso quedaría establecido por la persistencia en ellas hasta su cumplimiento.


Una primera conclusión sería que la motivación se encuentra directamente relacionada a la voluntad o el interés.Dicha voluntad podría recibir la incentivación desde un campo interno, externo o trascendente.


El campo interno estaría determinado por aquellos factores personales que interesan manifestar.


Algunos de los más significativos son las relacionados con las etapas de desarrollo en el individuo, como ejemplo citamos el pasar de la dependencia a la independencia. Esta etapa produce en la mayoría de las personas una capacidad de realización (motivación) que es superior a la que el individuo tenía previamente. Más concretamente cuando alguno de nosotros decide vivir solo lejos de la casa materna/paterna se promueven actitudes relevantes incluso hasta desconocidas previamente. Sin embargo no todas las personas consiguen superar la dependencia y alcanzar el estadio donde se perciben independientes.

Para ello se requiere el acompañamiento del compromiso.

En esta fase las personas optarán entre lo que “quiero y deseo”, lo que “me gusta y disgusta”, lo que “me indican las tradiciones o creencias” con lo que se requiere para alcanzar el objetivo.

El compromiso solicita elección, perseverancia, aceptación.

Otra forma de motivación es la externa, proviene de factores del contexto, ejemplos de estas circunstancias son: el dinero en relación a la tarea, el cargo, etc; las relaciones humanas como la amistad u otras de carácter social. Cuando internalizamos un factor de motivación externo, entonces el compromiso crece.

El tercer y mayor de los grados de la motivación surge del aspecto trascendente, cuando observamos que las consecuencias de nuestras acciones trascenderán nuestra persona y nuestra propia vida, allí el compromiso se vuelve superlativo. Ejemplos de estas motivaciones son los proyectos “impensados”, “el propósito de cambiar el mundo”, ”el traer un hijo al mundo”.Cuando se puede despertar a la idea de que en verdad estas motivaciones pueden conjugarse de manera simultánea es cuando nos abrimos a los efectos de las organizaciones conscientes de máxima efectividad material, humana y social.

EDGAR MORIN, el pensador planetario de las luciérnagas más luminosas


"Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme al saber parcializado, nunca pude aislar un objeto de estudio de su contexto, de sus antecedentes, de su devenir. He aspirado siempre a un pensamiento multidimensional, nunca he podido eliminar la contradicción interior. Siempre he sentido que las verdades profundas, antagonistas las unas de las otras, eran para mí complementarias, sin dejar de ser antagonistas. Nunca he querido reducir a la fuerza la incertidumbre y la ambigüedad."
Profesor Edgar Morin. Bahía Kino, Sonora, otoño 2004

domingo, 12 de julio de 2009

Conciencia de Merecimiento

Lo que existe a nuestro alrededor fue creado por nosotros, consciente o inconscientemente. Somos seres dotados de voluntad y conciencia, y tenemos el poder de crear de manera diversa. Esto nos hace diferentes del resto de los seres en la naturaleza. Idealmente ejercitaríamos nuestra voluntad de manera consciente para emplear nuestra capacidad creativa, y construir el mundo que deseamos y merecemos. Y allí se encuentra el detalle que hace la diferencia en nuestras vidas, en este caso es la conciencia que tenemos de lo que merecemos recibir mientras completamos nuestro peregrinaje en este planeta. Esto es algo arraigado dentro de nosotros, y está estrechamente ligado a nuestra estima. La vida es nuestro espejo, y no nos otorga a cambio más que aquello que nosotros podemos ver en nosotros mismos. Nuestra conciencia de merecimiento tiene que ver con nuestras creencias fundamentales, y tiene su raíz en lo que creemos que somos, y no en lo que realmente somos. Tal vez se pregunte ¿Cómo puede una creencia ser más importante en nuestras vidas que la realidad? Como lo dijo Descartes una vez: "Pienso luego existo". Esa sencilla frase nos provoca, ya que expone el concepto de nuestra capacidad de construir nuestra realidad por medio de nuestros pensamientos. Por esta razón, para cada individuo, los pensamientos que albergue su mente son más importantes que la realidad; pues la preceden. Acaso, si pensáramos al revés… “existo luego pienso”, podríamos abrirnos puertas a cuestionamientos más misericordiosos con nosotros mismos, dejando lugar a elecciones conscientes, de qué deseo para mí. ¿Qué me merezco? ¿Qué quiero encontrar? En lugar de ¿qué busco? Son dos preguntas diferentes, que nos conducen por andariveles distintos. La diferencia radica en la manera en que me apropio de mi situación y en el poder que tengo para actuar sobre ella. Para esto, es condición necesaria saber qué quiero. Tomar conciencia de mi existencia y ver qué forma y dimensión quiero otorgarle. Es decir, los pensamientos construyen realidades y así como pensamos, somos. De lo anterior podemos comprender el por qué de donde nos encontramos en la vida en la actualidad, y la manera como nos desenvolvemos en ella; resulta de las creencias que una vez elegimos albergar, principalmente sobre lo que merecemos obtener a cambio de la vida. Si incluimos el para qué, estaremos en poder de una brújula que ayude a orientar nuestras acciones de ahora en adelante. Desde aquí hacia otro estado, momento, condición, forma. Se trata de embarcarse en un proceso reflexivo, de autoconocimiento para entender y conocer nuestros modelos mentales, nuestras creencias y los valores que les adjudicamos. ¿Quién deseo ser? Podemos cambiar si es nuestro deseo. No se trata del todo o nada. Se trata de elegir, qué, cuándo, cómo, quién, dónde, por qué y para qué? Todas preguntas que favorecen e invitan a que dejemos de lado cosas que ya no nos sirven, que no se adecuan a quienes estamos siendo, ni a lo que sentimos. Salir de la caja y dejar de lado o eliminar patrones que nos limitan en nuestro crecimiento, en nuestras ganas de conocer para crear mundos nuevos. Entonces…, nos volvemos creativos. En la actualidad es cada vez más necesario, tomar conciencia de nuestras emociones. Nuestros sentimientos. Integrar las inteligencias en un todo que nos ayude a concebir holísticamente al planeta. Si pensamos a la vida como nuestro espejo y nos enfocamos solamente en nuestra imagen, lo que nos devuelve es una parcialidad, un fragmento, y si no vemos al todo, es decir al resto de los planos, estaremos dando menos de lo que somos capaces de dar. Nadie puede dar lo que no cree que tiene. ¿Está usted a gusto con lo que recibe a cambio de la vida?, en caso de no estarlo pregúntese entonces ¿Qué le está dando a la vida?, y principalmente ¿Cómo lo está haciendo? ¿Está viendo la totalidad de lo que se ofrece, o ha elegido seguir subsumido por sus percepciones? Vemos la realidad entre paréntesis, condicionados por nuestros sentidos. ¿Hace usted algo por bucear, indagar y llegar más profundo? Ir más allá de lo que se ve? La actitud que asumimos ante la vida es tan importante como lo que hacemos en ella. Se trata de calidad en vez de cantidad, y nuestra actitud y calidad de acciones, están directamente relacionadas con la autoestima. La conciencia de merecimiento y la autoestima están estrechamente ligadas. Cuando una persona tiene su autoestima en alto siente que se merece lo mejor que la vida tiene para ofrecer, y el sentir de ese modo y poder disfrutarlo, nutre su autoestima. Desde el Amor que nos tenemos establecemos cuanto valemos, y lo que creemos que valemos nos hace sentir, a cuanto tenemos derecho en la vida, o lo que es lo mismo, lo que merecemos. Tenemos a nuestra disposición Paz, Amor, Bienestar, Salud y Prosperidad. Pero ¿Cómo conectarnos con lo que nos ofrece la vida? ¿Cómo nos podemos ayudar a comprender cómo nos relacionamos con la percepción de la realidad de la vida?, ¿Cómo percibimos la Verdad, el Amor y la Energía que hay en ella? Es importante estar ubicados en tiempo y espacio. Vincularnos con nuestro presente en el aquí y ahora. Para comenzar la más pequeña travesía, es necesario tener un punto de partida y así, poder trazar un boceto del curso a seguir. En este caso se trata de establecer quién somos en realidad. ¿Somos quien creemos que somos, o somos lo que realmente somos? Para descifrar esto podemos ayudarnos buscando limitaciones a nuestras definiciones. ¿Cuáles y dónde están los límites del Ser? ¿Existen esos límites? Una vez que conocemos quien estamos siendo, la verdad en sí misma pasa a formar parte de nuestras vidas. Y a partir de allí hablamos desde esa honestidad, que nos invita a ser humildes. Se trata de comprender que esa verdad puede ser no compartida por otros, o diferente a la de quienes se dirigen a nosotros, que a su vez tienen la suya. Se trata entonces de ser ético y legitimizar al prójimo, como pretendo que lo haga conmigo. Puedo no entender o no compartir sus verdades, pero no puedo dudar de que lo que siente y piensa, es inherente a su propia humanidad. Es eso justamente, lo que nos iguala. Si aprendemos a amarnos por lo que realmente somos-siendo, cualquier cosa se convierte en una posibilidad en la que podemos emplear nuestra energía para crear. Esto nos despierta a un nuevo nivel de percepción, en el cual nos volvemos conscientes de que por medio de nuestras ideas hemos estado dirigiendo esa energía a crear lo que es nuestra vida. Nos vamos conectando emocionalmente con lo que consideramos cierto y nos manifestamos en consecuencia. Esta energía vital y creativa permite la integración de posibilidades con nosotros mismos, los demás, la naturaleza y el cosmos. Una forma más de tomar contacto directo con el fluir de la vida, de los cambios, pudiendo ser-en-el-mundo merecedores de todo lo mejor. Si estamos conscientes del sistema de pedidos y ofertas que se mueven en el universo, podemos ser partícipes del proceso. Estos procesos existen para establecer equilibrio; comprenderlos nos ayuda a facilitar la prosperidad en nuestras vidas. Si logramos centrarnos, estaremos viviendo en armonía. En paz. Desarrollando nuestra intuición, podemos ampliar nuestra capacidad sensorial que no es otra cosa que una capacidad de ver de manera muy precisa, nítida y asertiva con conciencia plena. Se trata de actuar coherentemente, sincronizando nuestros pensamientos, palabras, emociones y acciones. Pensar, sentir, y actuar congruentemente. Esto se logra fácilmente cuando al percibir la inspiración que brinda nuestra intuición (fruto de nuestro recién adquirido más elevado nivel de conciencia), procedemos a asimilarla tan pronto como podemos, para expresarla de la manera más fiel posible, mediante acciones que beneficien a todos. A partir de ese momento, desde la conciencia de merecer lo sano y vital, podemos elegir qué deseamos manifestar en la vida. Nos volvemos responsables. En adelante, al hacer lo que decida hacer, hágalo de corazón y con convicción en sus nuevas creencias. Tome riesgos, juegue y acepte sus errores. Los resultados tal vez lo sorprendan. Son parte del camino al descubrimiento.   

Nse.Cynthia Grinfeld -- Life Coach cyngrin@yahoo.com.ar

viernes, 10 de julio de 2009

Esculpiendo la realidad


Veo por momentos, como las personas pueden llegar a ser sus propios verdugos, dejando que ideas negativas penetren en su mente. A veces, escucho a personas que siempre tienen a mano las peores noticias, y los mayores dramas y tragedias para comentar.
Ante realidades que son difíciles, salen palabras que tiñen a las dificultades de un sórdido color negro.
No dejo de sorprenderme cuando se adelanta un diagnóstico o pronóstico tremendista y negativo viendo, como se va proyectando lo peor.Veo y siento la ausencia de conversaciones entre las personas, el deterioro de las relaciones y el debilitamiento de los vínculos por falta de comunicación entre la gente.
Las palabras y los pensamientos tienen poder. Recuerdo algo aprendido, "nunca dejes a las cosas negativas entrar en tu mente o salir de tu boca".No se trata de ignorar ni los problemas ni las dificultades . Hay situaciones que provocan dolor, negarlo sería una necedad .
Cómo hacer para expandir nuestro estado de conciencia? no darnos por vencidos, retener las esperanzas e invocarnos a nosotros mismos, en nuestro poder para sobreponernos a las adversidades.
Si queremos, podemos elegir hacer nuestro mejor esfuerzo, para inyectar pensamientos y palabras positivas en el ideograma que nos dibujamos en nuestra cabeza, sobre las diversas situaciones que nos tocan - vivir. La manera en que pensamos acerca de las cosas, y la manera en que hablamos de ellas, les permite manifestarse.En el nivel espiritual, la energía viene a este mundo sin forma.Pensemos en ella como el barro crudo antes de que el escultor le haya puesto las manos encima. Nuestras palabras y pensamientos son las manos del escultor, dando aspecto, forma y dimensión a nuestra realidad. Nosotros completamos la manifestación.Yo escucho a la gente hablar todo el tiempo de sus dificultades, de lo mal que están o van a estar las cosas. Espiritualmente, esto es un problema porque nuestras bocas forman la energía, de una u otra manera. Cuando somos reflexivamente pesimistas, corremos el riesgo de crear manifestaciones mucho más difíciles de lo necesario. Nos generamos angustia, desesperanza, desesperación, y el atropello a nuestra conciencia puede llevarnos a cometer actos que más tarde, nos lleven al arrepentimiento. Son los impulsos los que atentan contra nuestro bienestar, esa velocidad que se convierte en inmediato, en lugar de permanecer atentos, para poder pensar.
No se trata de otra cosa que de reflexionar acerca de nuestras propias posibilidades de ayudarnos a nosotros mismos, a conquistar un lugar de centramiento que nos brinde paz interior.
Nuestros sueños y fantasías están tratando de darnos un mensaje que si podemos descifrar, nos ponen en contacto con nosotros mismos, clarificando deseos, ideas, cuestiones que vistas a la luz, nos permiten elegir responsablemente, como seguir nuestro camino.
Pienso que compartir un sueño, es factible cuando se sabe que el otro nos ama de verdad.
Como la energía, un sueño es Luz no manifestada. Aún si se supone que debe ser una bendición, puede ser deformado por nuestros pensamientos y palabras, o por todo aquello que nos rodea. Por lo tanto, es muy importante mantener nuestras palabras y pensamientos tan positivos como podamos en cualquier situación.
Se trata de ser amables y compasivos. Pues, la amabilidad es el lubricante de nuestras relaciones. Somos personas que nos relacionamos con personas. Cada uno con sus complejidades. Es la amabilidad, lo amoroso, lo que permite que nos relacionemos sin generar fricciones.
No se trata de coincidir o pensar/sentir de la misma manera. Se trata de tener capacidad humana, de legitimizar al prójimo, que siendo diferente a mí, es igual a mí.
Las situaciones se componen como en la música, por nuestra forma de entender, interpretar, y concebir la misma idea. Cuando entendemos que así como la energía desciende, alguna positiva y otra con desafíos en ella, así también la forma en que nosotros y los que nos rodean verbalizamos y pensamos la situación, es a la forma que dicha realidad va tomando.Por lo tanto, debemos ser conscientes del habla y de los pensamientos positivos y negativos, ya que se relacionan con nosotros y con las personas que dejamos entrar en nuestras vidas.
Te invito a entender el poder que tus palabras y pensamientos juegan en manifestar tu realidad. Entre más consciente estás, mejor es tu resultado para vos mismo y para quienes amás.
Si estás en verdad luchando con esto –como todos lo estamos– entonces acercate a alguien que comparte el optimismo y te ayuda a fortalecer tu visión. Este intercambio puede ser crucial al influir positivamente en tus días.
Cynthia Grinfeld