lunes, 22 de febrero de 2010

Somos responsables los unos de los otros


Hay una famosa parábola que habla sobre una persona que se encuentra en un barco. Un día pasa por uno de los camarotes y ve a un hombre haciendo un agujero en el suelo. Entonces le grita a aquel hombre: “¿Qué está haciendo? ¡¿Está usted loco?!”. El hombre lo mira con desconcierto y le dice: “Este es mi camarote, y puedo hacer lo que quiera en él”. El otro hombre se pone furioso. “¡Será usted necio, un agujero en su camarote hará que se hunda todo el barco!”. Parece una historia sencilla, pero ayuda a clarificar un algo tan profundo sobre la vida como que: todos somos responsables los unos de los otros.
Estamos es una calle de doble dirección.
¿Nos damos cuenta que nuestras acciones, tanto negativas como positivas, influencian a muchas otras personas de formas que ni siquiera podemos imaginar?

Por otra parte, ¿somos conscientes de que las acciones de las demás personas, tanto las buenas como las malas, tienen una influencia directa en nuestra vida?
¿Tomamos la responsabilidad de ayudar a los demás a crecer y mejorar?

Verdaderamente todos estamos en el mismo barco: o nos hundimos o nadamos juntos.

Este entendimiento de nuestra necesidad básica de ayudar a los demás a desarrollarse , a tomar conciencia de cada aquí y ahora, es uno de los aspectos que diferencia a una persona que vive la vida despierto, de otro que la transita en un cierto estado de sonambulismo.

Es importante que nos seamos leales a nosotros mismos y que amorosamente, nos empujemos hacia el siguiente nivel para que la inercia espiritual no se estanque. A menudo nos enfocamos sólo en nosotros mismos y en nuestro propio crecimiento espiritual, ignorando al resto del mundo.

Para lograr un mundo mejor, será bueno comenzar a hablar de "nosotros".
Ir dejando el constante yo yo yo y el para mí... Un agujero en el suelo del camarote de otra persona hundirá también nuestro barco. Cada uno de nosotros se encuentra en diferentes posiciones en la vida. Pero independientemente de lo grande o pequeña que sea nuestra esfera de influencia, Tenemos , cada uno nuestro dominio único dentro del cual podemos repercutir sobre los demás.

Tratemos de entender que este don de la influencia viene con responsabilidad: cuanto mayor sea nuestra esfera de influencia, mayor es esta responsabilidad.
Les deseo un mes maravilloso. Y que las acciones que lleven a a cabo y las palabras que pronuncien, enriquezcan muchas vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario